Casi un mercado fantasma, parece el centro de abastos 5 de febrero, puesto que la mayoría de los locales lucen abandonados.
A decir de los pocos comerciantes que siguen haciendo su lucha diaria por trabajar en este lugar, mecionaron que la pandemia y la actual situación económica que prevalece, terminó por ahuyentarlos.
«Nosotros nos mantemos poco a poco, porque hemos pedido préstamos en algunas financieras y tenemos que poner a trabajar ese dinero con los productos que hemos comprado, para poder ir pagando y no quedar mal, que por lo regular son por semana, así que tenemos que ver la posibilidad de trabajar, de vender de manera diaria, para ir recuperando las inversiones que estamos haciendo y así sucesivamente en la gran cantidad de los compañeros que quedamos vamos dándole vuelta a lo que nos han prestado y es como nos hemos mantenido,ensobre todo en las pollerías, carnicerías, la peculería, entre otros, los hierveros, bueno ahí aunque no es tanta inversión pero de todas formas pues son los que se mantienen aquí en este lugar», comentó la comerciante María Juarez Pérez.
Mencionó que le da mucha tristeza que todos los días luchan por salir adelante, pero ante tanto ambulante la gente ya no llega hasta el mercado, por lo hacen el esfuerzo por seguir adelante para mantener a sus familias y no cerrar, como más del 60 por ciento de sus compañeros que tuvieron que cerrar, traspasar 9 rentar sus espacios.
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