*En el Instituto Mexicano del Seguro Social despidieron a “Lalito” entre aplausos.
Desde el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) despidieron a “Lalito” con aplausos, ya que antes de morir, el niño junto a su familia decidieron donar cinco órganos para salvar a cinco infantes.
El pasado 23 de septiembre el instituto médico de México confirmó la donación de córneas, hígado y riñones. Autoridades del recinto dieron las gracias a la familia de “Lalito” por salvarle la vida otros cinco niños.
En un video que se hizo viral en las redes sociales, un representante del centro de salud dijo: “Los papás del pequeño del nombre Raúl Eduardo, han decidido favorecer la donación, para que uno o más mexicanos puedan seguir viviendo a través de su hijo”.
Luego de ello, sacaron el cuerpo del niño de un ascensor y como muestra de agradecimiento lo pasearon por un pasillo en medio de doctores, enfermeras y demás personal del instituto.
El coordinador de Donación de Órganos y Tejidos del Hospital General de Zona (HGZ) No. 68 del IMSS, doctor Alberto Ochoa Navarrete, quien tiene la especialidad en urgencia médico quirúrgicas, informó que la procuración de los cinco órganos fue efectuada por los cirujanos especialistas el pasado lunes 23 de septiembre.
ndicó que el hígado y los dos riñones fueron enviados al Hospital de Pediatría del Centro Médico Siglo XXI y las dos córneas se canalizaron al Hospital de La Raza. Precisó que en el caso del corazón no fue posible encontrar el receptor ideal y no se procuró.
El día que “Lalito” sufrió el accidente ingresó al nosocomio por el servicio de urgencia, se le hizo una tomografía y se encontró que tenía un hematoma, golpe que le estaba causando un daño grave en el cerebro.
“Lalito” fue enviado primero al Hospital de Traumatología Magdalena de las Salinas, pero no era candidato a tratamiento quirúrgico, y lo enviaron nuevamente al instituto médico.
“Al tener este diagnóstico, platico con el papá de Lalito y me dice que sí aceptan la donación de los cinco órganos”, reveló el doctor Ochoa Navarrete.
Fuente LA REPÚBLICA