A partir de la declaratoria de la fase 3 de contingencia por COVID-19, varias entidades declararon obligatorio el uso de cubrebocas entre la población, esto pese que las autoridades sanitarias federales han puesto en duda su utilidad para evitar la propagación del nuevo coronavirus.
En la conferencia vespertina de este lunes, el subsecretario de prevención y promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, insistió en que no hay evidencia científica que demuestre que el uso de cubrebocas comunitario sea útil para hacerle frente a la epidemia causada por el SARS-CoV-2.
«Los cubrebocas son dispositivos que tiene un efecto mecánico de retención de las partículas líquidas que provienen de la nariz, la boca, la faringe, que son el medio por el que se transiten muchos agentes infecciosos que causan enfermedades respiratorias
«Basado en este principio, cuando existe una enfermedad epidémica se ha considerado que potencialmente pueda usarse un cubrebocas para evitar el contagio», expuso el funcionario.
Sin embargo, sostuvo que hay factores, basados en la evidencia científica, que no dejan claro si las personas que no están enfermas y usan cubrebocas se están protegiendo realmente de contraer el virus.
Por ejemplo, mencionó, los virus respiratorios entran también por los ojos. Entonces, aunque una persona tenga cubierta nariz y boca, si los ojos están desprotegidos, hay riesgo de contagio.
A esto se suma que entre la comunidad se hace un mal uso a los cubrebocas, contrario a lo que ocurre dentro de los hospitales, donde el personal médico sí está capacitado para esta herramienta, refirió.
«La otra razón es que una persona que no está entrenada en el uso de cubrebocas -como sí lo están los médicos- llegará el momento en que se cansa del cubrebocas, o le va a dar calor, o le va a irritar, o le va a dar comezón, y se va a tocar la cara para acomodarse el cubrebocas, y en ese momento ya no hay un efecto (real)», explicó.
Por estas razones, el subsecretario puntualizó que el uso de cubrebocas, al menos en la situación actual que enfrenta el país, tiene una poca utilidad o nula utilidad.
«Eficacia es la utilidad que tiene una intervención de un producto en situaciones ‘ideales’, en las que todo es perfectamente controlado. Pero hay una gran diferencia con la efectividad, que son las condiciones reales, donde unas personas usan el cubrebocas por 15 minutos y se lo quitan, lo usan de sobrero, se tocan la cara. Y ahí es donde está la mayor incógnita».
Además, el funcionario citó un análisis del Instituto nacional de Salud Pública, el cual señala que seis estudios experimentales no encontraron relación entre la variabilidad de contagio y el uso de cubrebocas.
Fuente EXPANSIÓN POLÍTICA
Foto WEB