*Recomienda que en reuniones familiares no se congreguen demasiadas personas y que en salones el cupo sea del 50% para evitar contagios.
*En materia de dengue hay baja incidencia pues primeramente se retiraron cacharros, luego se ha fumigado y finalmente se han colocado ovitrampas.
En la reunión que el alcalde Jorge Vera Hernández sostuvo con las autoridades de la jurisdicción sanitaria, se llegó a la conclusión de que el municipio de Álamo Temapache continúa con el semáforo amarillo, pero se dijo que el lunes 7 de diciembre se hará otra evaluación para definir nuevamente el color que corresponda.
Destacó que el color amarillo significa una mayor movilidad sin llegar a los excesos, pues está comprobado que las aglomeraciones propician un aumento en el contagio y expuso que, ante la contingencia, solo se permitirán fiestas en espacios abiertos o semi abiertos y en salones que operen con un cincuenta por ciento de su asistencia habitual para guardar la llamada sana distancia.
“Por la salud de todos, las reuniones familiares deben ser igualmente restringidas dado que tanto niños como jóvenes, pueden tener la enfermedad sin notarlo por no tener síntomas de la enfermedad y en tal sentido podrían infectar a las personas mayores con resultados realmente funestos” detalló el alcalde.
Dijo que en el mes de diciembre y sobre todo cuando llega el invierno, se multiplican los casos de influenza, por tanto, es necesario evitar el contagio pues se sabe de pacientes que además de influenza contraen Covid-19, lo que complica de manera abrumadora el cuadro clínico del paciente.
Subrayó que en opinión de los médicos actualmente en el municipio no se perciben mayores problemas, aunque no se descarta la posibilidad de que pudiera existir un aumento en el contagio, si es que se abandona la movilidad y se acuda a reuniones con muchas personas.
En esa misma reunión se analizó el tema del dengue y se llegó a la conclusión de que en el municipio actualmente hay baja incidencia, dado que se han seguido paso a paso, los protocolos que inician con la “descacharrización” de patios y solares, seguidamente se fumiga y finalmente se colocan en lugares de mucha incidencia, las ovitrampas para capturar los mosquitos que infectan la enfermedad.