CIUDAD DE MÉXICO.- Los mexicanos han comenzado a protestar en las calles por los incrementos anunciados para lo largo de este 2018 en el precio de combustibles, Gas LP, electricidad y tortillas, los cuales harán polvo el aumento salarial del año pasado, coincidieron académicos y especialistas en economía.
“Eso que aumentaron se esfumará entre enero y marzo. El año pasado fue por los gasolinazos, y este año ya empezaron los gasolinazos y aumentos a productos básicos que son muy vulnerables a los movimientos en el tipo de cambio por ser importados, como el maíz para la tortilla”, explicó el profesor e investigador de la Universidad Iberoamericana, Miguel Santiago Reyes.
“Los empleos que se están generando son de baja remuneración entre uno y tres salarios mínimos. Con estos aumentos de precios estamos aventando a la gente a estar en una situación de mayor pobreza”, agregó el especialista.
Cuando el aumento al salario mínimo para 2017 fue de 73.04 a 80.04 pesos, un 9.5 por ciento, los precios de la canasta básica entre enero y octubre aumentaron casi 14 por ciento, más que el aumento salarial, documentó. Debido a ese índice de precios, hasta noviembre el salario mínimo real fue de 61.20 pesos, insuficiente para una canasta alimentaria individual de alrededor de 95 pesos.
Ahora, el incremento reportado por la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami) a 88.36 pesos para 2018 fue de ocho pesos, un 10.39 por ciento. Pero el aumento fijo, detalló el académico, es de 3.9 por ciento, basado en la tasa de inflación que esperaban. Pero en diciembre se ubicó en 6.69 por ciento y el Banco de México (Banxico) no prevé que ceda pronto al objetivo. Por lo que tendrían que haber operado sobre el 6.5 por ciento.
El aumento en los precios de 2017 se resintió más en el gasto en transporte y alimentación, reveló una encuesta de la Alianza Nacional de Pequeños Comercianates (Anpec) aplicada en octubre a consumidores. Por su incremento, los ciudadanos dejaron de comprar artículos de mascota (14.80 por ciento), frituras (14.53 por ciento), cigarros (13.27 por ciento) y artículos de cuidado personal (10.36 por ciento).
Los salarios en México siguen perdiendo poder adquisitivo como desde nace 25 años, situación que contribuye a que más de la mitad de la población asalariada, el 51.7 por ciento, permanezca debajo de la línea de bienestar.
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Gráfica ilustrativa: Tribunanoticias.