*La renuencia de México a recortar su producción en 400 mil barriles puso en riesgo el acuerdo que ha sido calificado por analistas como histórico.
En una serie de conversaciones inéditas, las naciones pertenecientes a la Organización de Países Exportadores de Petróleo y aliados (OPEP+) aceptaron que México aporte un recorte de producción menor al que hará el resto.
La renuencia de México a recortar su producción en 400 mil barriles puso en riesgo el acuerdo que ha sido calificado por analistas como histórico y que pondrá fin a una ‘guerra’ de precios que llevó a la mezcla mexicana a tocar niveles por debajo de los 10 dólares por barril.
México logró que le fuera aceptada su cuota de 100 mil barriles, toda vez que Estados Unidos aportará un recorte de 300 mil barriles en nombre del país, propuesta que fue acordada por los presidentes de ambos países, Andrés Manuel López Obrador y Donald Trump, el jueves pasado en una llamada telefónica.
El planteamiento de Estados Unidos tendría como origen un fuerte interés de Trump, quien se encuentra en año electoral, por estabilizar los precios del petróleo y apoyar a la industria petrolera estadounidense.
Esta propuesta fue cuestionada por los países productores de OPEP+, principalmente por Arabia Saudita, quien preside el grupo y aseveró que México debía cumplir con la cuota de disminuir el 23 por ciento de su producción al igual que el resto de los países.
Tras cuatro días de intensas conversaciones virtuales, la OPEP+ cedió este domingo ante la propuesta de México, aunque aún no ha quedado claro cuáles son los términos del acuerdo.
“Es genial que Estados Unidos haya salvado el trato, nunca he visto a un país que no sea miembro de la OPEP intervenir para salvar un trato de la OPEP+, es una situación muy singular”, dice Yousef Alshammari, analista que reside en Londres y CEO de CMarkits, una firma global de investigación de mercados petroleros.
Es la primera vez, cuenta Alshammari, que se hace una excepción con un país miembro de la OPEP+. “La única situación similar que he visto es cuando Arabia Saudita redujo su producción sustancialmente en 2016, al tiempo que eximió a algunos países como Nigeria, Irak y Libia que sufrían inestabilidad política”, dice el analista.
Los países de la OPEP+ dudaban de aceptar la propuesta de México, pues esto implicaba una concesión a un país latinoamericano que podría crear un precedente dentro del grupo, de acuerdo con fuentes de Bloomberg.
La serie de conversaciones comenzaron el jueves pasado. México, representado por la secretaria de Energía, Rocío Nahle, planteó desde ese día que no aceptaría la reducción de 400 mil barriles, toda vez que esto iría en contra de la política actual de aumentar la producción de Petróleos Mexicanos (Pemex).
En la primera reunión, del jueves pasado, México cambió su decisión en dos ocasiones. Durante las primeras horas aceptó el recorte, pero después dio marcha atrás y mantuvo su posición tras consultarla con el presidente López Obrador.
Ese día, la participación de México en la reunión de la OPEP+ finalizó con Rocío Nahle abandonando la conversación virtual, según reportaron periodistas internacionales que siguieron de cerca las negociaciones.
La negativa de Nahle, que fue criticada por analistas nacionales e internacionales, llevaron a la reunión del jueves pasado a extenderse por más de 10 horas y convocar a tres reuniones extras.
El presidente Andrés Manuel López Obrador respaldó la postura de México en su conferencia matutina del viernes pasado, en donde explicó que para México era difícil reducir la producción en 400 mil barriles, pues su administración busca aumentar la producción de Pemex después de años de contracción en su plataforma de producción.
Fuente EL FINANCIERO