La fundación The Humane Society de Estados Unidos ha conseguido el permiso para difundir unas duras imágenes captadas por una cámara instalada para seguir la vida de los osos en Alaska en las que se observa a dos ciudadanos de este país, Andrew Renner y su hijo Owen, disparar hasta la muerte a una osa negra y a sus dos crías que se encontraban hibernando en el hueco de un gran árbol de Esther, una isla en la parte noroeste de Prince William Sound, en la costa centro-sur del estado de Alaska.
Aunque el vídeo ha salido ahora a la luz, los hechos tuvieron lugar en abril de 2018, cuando estas dos personas armadas mataron a los animales de forma ilegal y descuartizaron a la madre osa para llevarse su piel. «Nunca podrán relacionar esto con nosotros», le dice el padre a su hijo tras arrastrar hacia fuera a su presa muerta, con la que se hacen varias fotos. Días después, la misma cámara recogió cómo padre e hijo volvieron al lugar de los hechos para esconder y retirar posibles pruebas que les identificaran.
Tras una investigación policial, estos dos individuos fueron identificados y juzgados. Sin embargo, la sentencia no contentó a los animalistas. La organización PETA envió una carta al juez encargado del caso en la que le invitaba a condenar a los culpables a ver una temporada completa de documentales de naturaleza de Joaquin Phoenix.
En concreto, el cazador Andrew Renner fue condenado a pagar una multa de 8.500 euros, tres meses de prisión y la retirada del permiso de caza durante diez años, mientras que su hijo Owen tuvo que abonar 1.600 euros y elegir entre 30 días en la cárcel o realizar servicios a la comunidad, así como aparcar la caza durante dos años.
La fundación The Humane Society ha difundido este vídeo a modo de denuncia y para solicitar al Gobierno de Donald Trump que no modifique la actual normativa de caza, que permitiría en el futuro la caza de osos y otros animales salvajes, incluso en periodo de hibernación.