*Por increíble que parezca, se organizan festejos en lugar de guardar la sana distancia; es una actitud irresponsable.
*El cierre parcial del centro de la ciudad es una medida de buena fe, que busca disminuir la movilidad.
La sana distancia ha funcionado porque ya no se observa la movilidad de antes; sentenció el alcalde Jorge Vera Hernández para luego añadir que es indispensable que la gente se recluya en casa dado que atravesamos por lo más peligroso de la pandemia.
El alcalde destaca que los datos que aportan los encargados de los módulos sanitizantes van en el sentido de que ha disminuido el ingreso de vehículos y personas, pero que sin embargo, hace falta que una disminución mayor para que el contagio no llegue a tanto.
“Las medidas que hemos tomado al cerrar calles del primer cuadro son acciones de buena fe y se han cerrado parcialmente; pretendemos que la cantidad de personas en las calles disminuya, que los adultos y los niños se queden en casa y que acudan a las tiendas solo una persona por familia” detalló el presidente de Álamo Temapache.
Lamentó que a estas alturas de la pandemia haya personas que sigan haciendo fiestas, sin tomar en cuenta que el festejo se puede convertir en un asunto de lamentables consecuencias y apuntó que en transcurso de la semana pasada se reportaron varias sobre todo en las azoteas.
Sostuvo que es necesario entender que la curva para Álamo apenas está empezando y por tanto, las restricciones que ha implementado el gobierno municipal proseguirán por todo el mes de junio e inclusive probablemente para agosto o septiembre.
Sentenció que para cuidarnos todos es necesario que sigamos las indicaciones que parten de las autoridades sanitarias y acatar las disposiciones del gobierno municipal bajo el argumento de que, al cuidarnos nosotros mismos, estaremos cuidando a los demás.
Reiteró que el cubre bocas es obligatorio para quienes se encuentran a bordo de una unidad automotriz y para los que transitan las calles de la ciudad y recomendó a los conductores de taxis que saniticen su coche cuantas veces sea posible para protegerse así mismos y a los pasajeros.