ALMA GRANDE/ Por Ángel Álvaro Peña.- Resulta muy fácil saber quién será el candidato a la gubernatura de Yucatán dentro de seis años: Pablo Gamboa Miner. Solo hace falta darle una lectura superficial a los “candidatos” plurinominales para predecir el futuro.
Si gana Meade las elecciones el candidato y seguro gobernador de Yucatán será el hijo de Emilio Gamboa Patrón, quien ahora “compite” por una senaduría plurinominal.
Como este ejemplo está plagado de varios nombramientos que se antojan previsibles y que solo buscan escalar en la pirámide del poder o tener fuero para alcanzar la impunidad indispensable para no ser acusados de delitos de corrupción.
En realidad hay nombres innombrables en las listas plurinominales del PRI para senadores y diputados. Ahí está por ejemplo Rubén Moreira, a quien durante su protesta como gobernador los ciudadanos le reclamaron que su hermano, el ex gobernador Humberto, les robó a los coahuilenses 62 mil millones de pesos del total del dinero ejercido. Cantidad que supera con mucho los 55 millones de dólares que le adjudican a Napoleón Gómez Urrutia haber tomado de las arcas del sindicato.
Pero a Humberto Moreira hay que añadirle mucho más dinero mal habido, ahí están los 180 mil millones de pesos de la cuenta pública ejercida pero no comprobada, más los 35 mil millones de pesos de deuda ilegal heredada.
En fin, personajes como estos tiene el PRI en su camino hacia la impunidad a través del fuero. Está también Eruviel Ávila dentro las senadurías del PRI, ex gobernador del Estado de México, donde la delincuencia y la inseguridad en general aumentó como nunca antes en la entidad. El robo al transporte público sucedía cada cinco minutos en el estado. Todo un escándalo de inseguridad, pero ahora es premiado con una curul, desde donde seguramente formará su propio grupo de choque legislativo.
Actualmente hay un grupo de priistas que goza de fuero como diputados federales para impedir la acción de la justicia, algunos de ellos estrechamente relacionados con la administración de Javier Duarte, ahí está, por ejemplo, Alberto Silva Ramos, ex presidente municipal de Tuxpan, donde dejó las finanzas del municipio quebradas y con serias dudas sobre su honestidad durante su gestión. En esos tres años creó empresas fantasma a las que adquirió lumbreras para la iluminación del puerto, que nunca existieron.
Silva Ramos es un personaje clave en las acusaciones contra Javier Duarte, ya que trabajó directamente para él, primero en la Secretaría de Desarrollo Social, desde donde siguió practicando el ejercicio de crear empresas para otorgarles licitaciones del gobierno. No contento con esos trabajos, fue removido a la coordinación de Comunicación Social del Gobierno del Estado, donde también creó medios de información fantasma con los que supuestamente negoció al comprarles espacios donde se publicaran las glorias del gran Javier Duarte.
Pero estos no fueron los únicos fines perseguidos por Alberto Silva y su jefe, porque a cambio de dádivas desmentían a los medios que revelaban las fechorías de la administración pública, pero ahí no paraba la cosa, utilizaban a sus medios incondicionales para descalificar y desprestigiar a los enemigos políticos para que dejaran de cuestionar su gestión. Ese es Alberto Silva Ramos, quien fuera en días pasados, presuroso a felicitar al recientemente nombrado secretario de Gobernación, Alfonso Navarrete Prida, ante quien se puso de alfombra al expresarle su admiración y servilismo. Ese es solo uno de los muchos veracruzanos involucrados en los delitos de Javier Duarte, que gozan de fuero para evitar la cárcel.
Entre otros en la misma situación de Silva Ramos están Antonio Tarek Abdalá Saad, Jorge Carvallo, Erick Lagos Hernández, entre otros. Mención aparte merece un diputado local, que repentinamente se fue al partido Nueva Alianza para conservar su impunidad y es nada menos que Vicente Benítez, también llamado el señor de las maletas, quien fuera sorprendido en el aeropuerto de Toluca con 25 millones en efectivo. En diciembre del año pasado acompañó en primer afila, en el cuarto y último informe de gobierno, al entonces presidente municipal de Boca del Río, Miguel Ángel Yunes Márquez, actual candidato del PAN-PRD-MC a la gubernatura de Veracruz.
Y así siguen los nombres de oscuros personajes del PRI para acomodarse sin votos ni campaña en la curules plurinominales que fueron creadas por don Jesús Reyes Heroles para equilibrar las decisiones legislativas ante la aplanadora que representaba en los años setenta.
Ante los cambios, incluso de partido político en la Presidencia de la República, los plurinominales o legisladores de representación proporcional ya no deben existir. Son innecesarios y solo vician la democracia del país creando parcelas de poder desde los días previos a la campaña, como podemos verlo ahora con algunos de los postulados priistas a las diferentes Cámaras, donde suenan nombres como Claudia Ruiz Massieu, Carlos Aceves Olmos, Vanessa Rubio, Beatriz Paredes, Carolina Viggiano Austria y Fernando Salgado Delgado.
En cuanto a los diputados hay nombres dignos de la comedia como Enrique Ochoa Reza, o de la investigación como Isaías González Cuevas, líder vitalicio de la CROC, Luis Miranda, compadre de Peña Nieto, Ana Lilia Herrera, Ismael Hernández, Arturo Zamora, Rubén Moreira, Carlos Pavón campos, Luis Vega, Dulce María Sauri Riancho, entre otros.
Ante esta pléyade de personajes, algunos de ellos con investigaciones inconclusas o finiquitadas por recomendación superior, el candidato del PRI a la Presidencia de la República, José Antonio Meade, aseguró que en la lista de candidatos a diputados y senadores plurinominales del PRI, nadie tiene cuentas pendientes con la ley.
“No hay una sola gente en la lista que tenga un procedimiento pendiente o abierto. Es una lista en donde encontramos expresiones de género, expresiones de jóvenes, expresiones de diferentes sectores, expresiones de diferentes agendas y, vuelvo a reiterar, la agenda de transparencia”.
Eso no garantiza su honestidad ni prueba su inocencia, sabemos que la PGR actúa, desde hace muchos años, por encargo de los enemigos políticos del gobierno en turno. PEGA Y CORRE.- Por si fueran pocos los problemas en Veracruz, ahora resulta que los habitantes de la entidad se cuentan entre los menos felices del país. De acuerdo a resultados de Indicadores de Bienestar Subjetivo de la Población Adulta en México del Inegi en el 2015, la entidad se encuentra entre los cinco estados con mayor insatisfacción con la vida. Esto se debe a que registran bajos niveles de satisfacción, confianza familiar, donde permea la percepción sobre la inseguridad en su estado… Esta columna se publica los lunes, miércoles y viernes.
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