*Un sacerdote confundió gasolina con agua bendita, por lo que propició un trágico incendio en el que seis personas perdieron la vida, entre ellos dos niños
Lagos, Nigeria.- Un sacerdote provocó el fallecimiento de al menos seis personas, entre ellas dos niños, luego de que confundiera gasolina con agua bendita, mientras realizaba una ceremonia de sanación en la iglesia.
El trágico acontecimiento tuvo lugar en la comunidad llamada Lagos, en Nigeria.
De acuerdo con los informes, el cura arrojó gasolina de un barril sobre un feligrés, y debido a que otro de los creyentes que estaba cerca sostenía una vela encendida, ambas víctimas quedaron envueltas en llamas.
El párroco fue trasladado de emergencia al hospital donde se le reporta como grave, debido a las quemaduras que sufrió.
Fuente EL IMPARCIAL