Un hombre fue sepultado a bordo de su camioneta para cumplir su última voluntad antes de abandonar el plano terrenal.
El vehículo en el que fue enterrado había sido un regalo de su hijo, quien mandó a construir una fosa de gran tamaño con cemento y block.
Debido a las dimensiones del vehículo, la camioneta fue colocada al interior de la fosa con ayuda de una grúa.
Mientras que el féretro de su dueño se colocó en la parte de la cajuela.
La última voluntad del hombre se vio cumplida en un panteón de la comunidad pesquera de Puerto San Carlos, en el municipio de Comondú, Baja California Sur.
Fue en este lugar, donde familiares, amigos y conocidos de Adán lo despidieron a bordo de la camioneta negra en la cual no pudo viajar, debido a los problemas de salud que padecía.
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