TUXPAN, Ver.- Hace 22 años, un 6 de octubre Tuxpan amaneció bajo el agua tras desbordarse el río y el recuerdo de aquel catastrófico suceso aún sigue vivo en la memoria de quienes habitan esta ciudad y puerto.
Generaciones de tuxpeños crecieron con los recuerdos de quienes en 1955 habían experimentado la tragedia de una inundación, tres décadas después la historia se repitió y continúa en la memoria no sólo de quienes resultaron afectados, sino de toda una población que vivió en carne propia la fuerza de la naturaleza.
Hace 22 años, Tuxpan amaneció literalmente bajo el agua, lo que causó infinidad de daños en habitantes de diversas colonias y comunidades.
La inundación del 1999, se originó por la fusión de dos fenómenos meteorológicos, la depresión tropical número 11 y el frente frío 5, que ocasionaron que el río de saliera de su cauce, dejando gran parte de la zona centro con agua que subió hasta los dos metros.
Todo comenzó con las lluvias prolongadas desde el día 4 de octubre, quienes lo vivieron aún recuerdan con cierta tristeza, como por las calles de la zona centro y el bulevar, pasaban animales, desde gallinas, cerdos, perros, gatos y hasta vacas.
Se recuerda como muchas personas se juntaron en esas zonas para destazar los animales ahogados como vacas y cerdos para repartirse la carne, así también se dio la rapiña en diversas tiendas que se vieron afectadas, agarrando para llevar a sus hogares desde comida, productos para el hogar y hasta electrodomésticos.
Pese a que no se reportaron muertes en la inundación de 1999, sí se registraron grandes pérdidas materiales, principalmente en la zona rural, en donde decenas de comunidades se vieron bajo el agua, en las narraciones de quienes vivieron el hecho, se da cuenta que desde las primeras horas del 6 de octubre subieron a los árboles o a los techos de sus viviendas con la finalidad de salvar sus vidas, sin embargo perdieron todo materialmente, y aunque estaban agradecidos por salir con vida, les costó mucho tiempo y esfuerzo volver a levantarse.
Es así que, los sectores campesino y ganadero tuvieron pérdidas casi totales, pues la furia con la que salió el agua del río y arroyos, arrasó con animales y sembradíos, y aunque el gobierno semanas después emprendió la entrega de apoyos, éstos no fueron suficientes para los que perdieron todo.
Si bien en el recuerdo de los tuxpeños prevalecen escenas tristes también destaca el lado humano de quienes sin ningún interés más que el de ayudar, apoyaron a quienes los damnificados aprendiendo que, en unidad Tuxpan puede salir delante de tragedias inolvidables como éstas.
Por Número Cero