Al menos una decena de viajeros de Volaris en el AIFA perdieron sus vuelos por deficiencias en logística y ahora volarán desde el AICM.
En su segundo día de operaciones, y aunque sólo tendría 8 vuelos que administrar, el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) hizo pasar un mal rato a una docena de viajeros que perdieron sus vuelos hacia Tijuana y Cancún con Volaris y ahora tendrán que llegar a sus destinos desde el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM).
Tal fue el caso de Adrián Bojórquez, de 36 años, quien perdió su vuelo a Tijuana debido a que batalló al menos dos horas para poder entrar al complejo aeroportuario por la falta de transporte.
En entrevista con Forbes México, explicó que los accesos a la terminal aérea desde las inmediaciones de la carretera federal México-Pachuca no son claros y los militares sólo permiten el acceso por la terminal de carga, es decir por la desviación del camino a San Jerónimo.
Aquellos viajeros que buscaban entrar por la México-Pachuca, a través de la entrada a la Ciudad Militar en la Base Aérea No. 1, eran rechazados y obligados a bordear el aeropuerto.
“Yo creo que el problema de llegar al aeropuerto (es que) no está señalizado, no hay rutas claras”, narró el usuario, quien tuvo que pagar un taxi para poder ingresar al aeropuerto tras desembolsar 200 pesos.
En el mostrador de Volaris, aún con 40 minutos para abordar su avión, personal de la compañía le impidió el acceso, pues le dijeron que las inspecciones todavía eran manuales y no con escáneres, proceso en el que se demoraría al menos 30 minutos.
“En el mostrador ya no nos dejaron imprimir el pase de abordar y entonces yo creo que les falta mucho de logística para poder operar, ya que todavía había tiempo, porque todavía había tiempo, además por lo que nos informaron son como 30 minutos caminando para llegar a abordar el avión, es una distancia considerable”, dijo Bojórquez a Forbes México.
Al problema logístico de las aerolíneas se sumó la poca experiencia de los agentes de la Guardia Nacional que no conocían las ubicaciones del AIFA y no sabían ubicar a los pasajeros para que pudieran abordar sus vuelos a tiempo.
“Ni los mismos guardias saben dónde estás parado y te desorientan más”, dijo.
El pasado 17 de marzo, Isidoro Pastor Román, director general de la empresa paraestatal AIFA S.A de C.V., dijo que un rápido procesamiento de los pasajeros en la nueva terminal aeroportuaria podría compensar, de momento, los largos trayectos desde diversos puntos de la Ciudad de México y su área conurbada, en lo que se concluyen todos los accesos viales.
El general brigadier a cargo del AIFA explicó que gracias a los sistemas tecnológicos con los que contará este puerto aéreo, los usuarios sólo tendrán que estar presentes para sus vuelos una hora antes en el caso de viajes nacionales y dos horas antes para los internacionales.
Sin embargo, para Adrían y otra decena de viajeros, está promesa no estuvo ni cerca de cumplirse.
Las soluciones que la aerolínea le dio a Adrián fueron dos: reprogramar su vuelo para el día de mañana desde el AIFA, que aún no cuenta con hoteles dentro del polígono del aeropuerto, o volar esta noche a las 22:00 horas, pero desde el AICM, a dos horas de distancia.
“Lo que quiero es ya llegar a mi destino, aunque tenga que pasar otras dos horas en el transporte público”, reprochó.
“No es posible que el aeropuerto de la Ciudad de México que opera con saturación, tenga un mejor trato que estero puerto que es nuevo y tiene toda la infraestructura para brindar un buen servicio”.
Su suerte fue la misma de otros 10 pasajeros que optaron por subirse al Mexibús, y desde Ojo de Agua tratar de llegar a la Ciudad de México, para conectar con su siguiente vuelo; el taxi, dijeron, no era opción pues tenían que desembolsar alrededor de 800 pesos.
—¿Volverás a utilizar el AIFA?— se le cuestionó.
—No, no debieron inaugúralo con pendientes de estas magnitudes.
Hoy, la plataforma de transporte Uber dijo que no hará viajes a la terminal de momento; de hecho, su aplicación no permite cotizar su servicio a este destino.
De acuerdo con la empresa, trabaja en colaboración con las autoridades para en un futuro cercano poder brindar a los usuarios “la experiencia de calidad y seguridad que caracteriza a nuestras soluciones de movilidad”, en su camino hacia y desde el nuevo aeropuerto.
Fuente FORBES MÉXICO