*Irma y el árbol se prometieron cuidarse hasta que la muerte o la contaminación los separe.
Para nuestra mala fortuna, el medio ambiente es una de las cosas más descuidadas en la actualidad; a pesar de que vivimos de, con y por ella, la naturaleza pasó a estar en el último plano de las preocupaciones de la mayor parte de las personas, por eso, una mujer se casó con un árbol.
Aunque parezca algo descabellado, Irma Pérez,habitante del municipio Pueblo Viejo en Veracruz, juró su amor eterno a un árbol de chicozapote que ella misma sembró 40 años atrás en el patio de su casa. La ceremonia con la que se celebró la unión no fue diferente al resto de las bodas, salvo por el hecho de que el novio no pudo decir «SÍ, ACEPTO».
A la fiesta acudieron decenas de invitados y prensa local que se encargó de informar a la población sobre lo acontecido, pero sobre todo, de transmitir el mensaje de Irma: «La naturaleza pide auxilio, vamos a ayudarla».
Con la macha nupcial de fondo, la novia salió de su casa vestida de blanco mientras su hija la acompañaba hacia el «altar»; ya en la ceremonia, se paró frente al chicozapote, aceptó el enlace y finalmente, selló su amor con un beso, no sin antes decir sus votos:
«Yo, Irma, prometo cuidarte, protegerte y serte fiel. Cada mañana agradeceré al creador por tu vida y por la mía. Fomentaré el amor a tu figura, disfrutando de tu belleza hasta que Dios y la muerte me quiten tu aliento». Irma Pérez
Pero no sólo Irma habló en la ceremonia, un hombre se encargó de prestarle voz al árbol para pedir a los invitados que cuiden de la naturaleza y de «todos sus hermanos»:
«Prometo llenar de aliento tu cuerpo para darte vida hasta que Dios decida, ya que para eso me creo, para llenar de oxígenos a todos los seres vivientes, siempre y cuando protejan a todos mis hermanos de la tala y la contaminación». Árbol
Con información de SDP Noticias
